domingo, 12 de julio de 2009

Regresar

Siendo muy pequeño, cuando los vientos de grandeza no soplaban a mi favor y el mundo se presentaba amenazador para mis intenciones, dos cosas decidí para los días por venir. Sería quien estaba destinado a ser así mataran por ello y viajaría. Viajaría mucho. Lejos, cerca, allí a donde me llevaran mis deseos. No sabía cómo ni cuándo, sólo que lo haría. Aquella noche de febrero de más de tres años atrás, con el aroma de bosque y montaña que traía de mis vacaciones aun fresco, tampoco sabía qué clase de película me disponía a ver. Mucho, muchísimo menos, podía imaginar lo que vendría después. Presa del encantamiento y la conmoción supe lo que debía hacer sin demora. Debía indagar la razón del embrujo. Quizá también, con eso hasta llegara a encontrar otros posesos como yo.
Así comenzó esto, con una película con una historia a la que, sin querer, regreso una y otra vez.
O tal vez sí quiera, y eso está bien.
Hoy, a días de regresar de un viaje soñado en secreto, regreso a este sitio tan mío que, casi sin darme cuenta, he tenido abandonado. Viaje tan intenso como inspirador, tan emotivo como esperado, tan vivo como inolvidable. Viaje que, en más de un sentido, fue un regreso. Después de veintitrés años, exactamente la mitad de mi edad actual, a España. Y de tres, a los vientos frescos y acogedores de la montaña cuyo nombre hace tropezar la lengua. Los disfraces por fin se hicieron piel, mirada, voz, gesto. Todo olió a conocido, a añorado. No fue necesario demasiado. Ya nos habíamos dicho suficiente antes. Y si no lo habíamos hecho, lo mismo daba. Anfitriones increíbles, sentimientos francos, risas, sabores, sonidos, varias lágrimas, climas, sitios hechos de ciudad y campiña, sierra y mar, bosque y montaña, el material que construyó esta experiencia emocional. Las palabras no vienen a mí hoy, y las que lo hacen me suenan a poco. Por eso, hoy elijo imágenes y música.
He aquí un extracto de mis veintiséis maravillosos días en Andalucía, Catalunya y Madrid.
Maravillosos e inolvidables.
Luna MariCarmen, Estrella Marga, para ustedes con amor.
W!